La Reanimación Cardiopulmonar (RCP)
Dicen los expertos que los primeros minutos de atención a un paciente que ha sufrido una parada cardiorespiratoria son vitales,con esta entrada queremos dar unas pautas de como realizar la reanimación cardiopulmonar. Como centro de formación consideramos que en todos los colegios se debería impartir anualmente la asignatura de primeros auxilios, así todo el mundo podría auxiliar a sus allegados en esos minutos tan vitales mientras esperamos a la asistencia médica.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) se basa en dos operaciones, la técnica del masaje cardíaco y las insuflaciones.
Técnica del masaje cardíaco El masaje cardíaco es la técnica que se utiliza para sustituir el corazón que ha dejado de latir efectivamente durante un corto periodo de tiempo.
Se pretende bombear la sangre desde el corazón hacia los tejidos para garantizar el suministro de oxigeno a las células del organismo a través de presiones enérgicas realizadas en el centro del pecho, sobre el esternón.
Para realizar las compresiones torácicas (conocidas como “masaje cardiaco externo”) colocaremos a la victima del Paro Cardiorrespiratorio sobre una superficie dura, “boca arriba” (decubito supino) y con la cabeza, el tronco y las extremidades alineadas. A continuación nos situaremos con los brazos extendidos perpendicularmente sobre el centro de su caja torácica, colocando el talón de una de sus manos en el centro del pecho a la altura de los pezones, sobre el esternón. La otra mano se entrelaza con los dedos de la anterior y flexiona un poco la mano de debajo de forma que los dedos no toquen el pecho, concentrando toda la fuerza sobre el esternón.
Colocarnos en posición adecuada y elegir bien el lugar para la aplicación del masaje aumentará su eficacia y evitará que provoquemos lesiones torácicas o abdominales.
Una vez elegido el punto de aplicación del masaje, nos colocaremos en una correcta posición de masaje , que es aquella en la que los brazos se extienden de forma perpendicular sobre el esternón de la persona inconsciente.Desde esta posición presionamos con todo el cuerpo sobre las manos de forma que el esternón descienda unos 2-3 cms para conseguir el vaciado del corazón. A este movimiento le sigue la relajación de la fuerza, permitiendo que el esternón suba y de esta forma el corazón vuelva a llenarse de sangre; esto hay que hacerlo sin perder el punto de contacto con la víctima, pues hay que realizar 30 compresiones torácicas seguidas. El ritmo debe de acercarse a las 100 compresiones por minuto (permite mantener un mínimo aporte de sangre hacia los diferentes órganos y muy especialmente hacia el cerebro), puede resultar útil contar en voz alta “y 1, y 2, y 3, y 4, y 5, y 6,» la Y nos ayuda a separar una compresión de la otra, dando ese tiempo de relajación del que hablamos.
Alejándonos unos centímetros las rodillas del cuerpo de la persona a la que realizamos el masaje cardíaco, conseguiremos aprovechar mejor nuestro propio peso corporal para la realización de las compresiones torácicas.
Durante el masaje cardíaco externo, el corazón y los pulmones se comportarán como lo hacen las esponjas, expulsando la sangre hacia los diferentes órganos durante las compresiones y llenándose de nuevo de sangre cuando dejemos de comprimir o “relajarnos”. Lo que se pretende es bombear la sangre desde el corazón hacia los tejidos para garantizar el suministro de oxigeno a las células del organismo.
¿Cuándo pararemos la reanimación cardiopulmonar? Seguiremos Hasta la llegada de la ayuda especializada o hasta la recuperación espontánea de la persona atendida, realizando 30 compresiones torácicas (cargando nuestro peso sobre el esternón para que se hunda unos 5 cm) y secuencias de 2 insuflaciones.
Lanpre Formación, como centro de formación homologado, esta acreditado para impartir formación en primeros auxilios, en los cursos que impartimos dirigidos a empresas incidimos en este y otros temas de ínterés como es la maniobra de heimlich.